Cocaína (Manual de usuario)

El título bastó para que simplemente tomara el libro lo metiera en la cajita de libros y caminara a pagar a la caja. Así, sin leer la cuarta de forros (contraportada), sin tomar un ejemplar abierto y hojearlo, sin ver siquiera si era novela, cuento, poesía, ensayo, etc. Así fue como Julián Herbert se unió con su Manual de Usuario, a las filas de mis libros y en el estante de recomendaciones.

El título bastó para que simplemente tomara el libro lo metiera en la cajita de libros y caminara a pagar a la caja. Así, sin leer la cuarta de forros (contraportada), sin tomar un ejemplar abierto y hojearlo, sin ver siquiera si era novela, cuento, poesía, ensayo, etc. Así fue como Julián Herbert se unió con su Manual de Usuario, a las filas de mis libros y en el estante de recomendaciones.

Sobra decir que lo leí y me gustó, por breve, por crudo, por cómico, por su humor. Además de que no sólo me gustó a mí, sino que fue ganador del V Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola, y con justa razón.

Aquí les dejó uno de los 16 relatos que podrán encontrar en este libro, para que se animen, y lo lean.

Cocaína (Manual de usuario)
Julían Herbert
Debolsillo
Primera edición
ISBN 978-607-429-727-0

MANUAL DE USUARIO

1. ¡¡¡Felicidades!!!

Por haber adquirido la mejor oferta del mercado. Durante cien años hemos contado con la preferencia de sinnúmero de clientes a lo largo y ancho de la geografía internacional, así que no exageramos al decir, con orgullo, que nuestra mejor carta de recomendación es la historia reciente del mundo.
Este breve manual fue diseñado para facilitar el empleo de nuestro producto a usuarios habituales, hispanohablantes y familiarizados con el tipo de cambio en moneda mexicana. Para información requerida por nuestros paisanos al otro lado de la frontera, favor de comunicarse con su distribuidor local. Sin embargo, y debido al complejo esquema arancelario de nuestras exportaciones, aclaramos que el incremento en precios será significativo.

2. ¿Qué es un usuario habitual?

De acuerdo a los cánones de compra-venta establecidos para Latinoamérica por nuestros expertos en mercadotecnia, un usuario habitual es aquel individuo que consume en forma semanaria un promedio de entre 2 y 6 g. Todo consumidor por debajo de ese margen apenas si alcanza el calificativo de cliente; pero quien lo rebasa se convierte casi siempre en un moroso. Por breve lapso: es que no duran.

3. Control de calidad (corte y empaque)

Sería imposible garantizar al 100% la calidad de nuestra mercancía, toda vez que los efectos varían en función de la circunstancia química del organismo, el clima, la ciudad donde la transacción es realizada y, sobre todo, la ética del expendedor. Por ello damos aquí unas breves recomendaciones previas al consumo:

A) El empaque. Debe preferirse en pequeñas bolsas de plástico, resellables: esto evita que la humedad ambiental afecte la cantidad y calidad del producto. La presentación en papelitos o papelinas resulta más chic y práctica para cierto tipo de clientela, sobre todo personas que satisfacen su hábito en el estilo que la tradición ha denominado «de trailero» (es decir, en sitios públicos y/o reuniones, o bien en tránsito, donde se requiere de una actitud discreta y expedita, para lo cual suele usarse como punto de apoyo el nudillo del pulgar). Estos papelitos pueden ser fabricados por el propio usuario, de la siguiente manera: se corta un rectángulo de papel de aprox. 5 x 4 cm. Se dobla por la mitad en el sentido de la altura y, en la parte superior, se hace un nuevo doblez a modo de pestaña (aprox. ½ cm.); luego se toman los extremos de la base cuidando que uno de ellos sea más largo que el otro, se les dobla hacia atrás y se les entrelaza mediante la pestaña.
Si realiza su consumo en regiones de clima seco y es usted un cortador minucioso, puede emplear como sucedáneo de empaque los pequeños botecitos en que venden los rollos fotográficos, ya que siempre podrán insertar un filtro y consumir directo del fondo del recipiente. Es un procedimiento práctico, aunque si no es usted una persona cuidadosa puede arruinar la mercancía amén de que perderá gran parte del control sobre su ritmo de consumo.

B) El corte. Son muchas y muy diversas las sustancias con las que se hace el corte. La calidad varía regionalmente, y la única prueba de calidad indiscutible es la experiencia del usuario y/o la confianza en tal o cual distribuidor.
A modo de guía para novatos, señalaremos que la mejor mercancía posee un olor semejante al de la orina; que el rendimiento y la cantidad serán superiores cuando la textura del producto sea compacta, maleable y muy seca; que pueden presentarse accesos de angustia si el corte incluye pastillas; y que si una gota de saliva hace espumar la sustancia, más vale tirarla por el caño: algún mequetrefe la ha cortado con sal de uvas o Alka Seltzer.

4. De los modos de empleo… ¿Cuál es el mejor?

Cada uno tiene sus virtudes y atiende a una distinta circunstancia emocional.
Fumar crea un efecto intenso y veloz, un placer puramente físico y extático. Si desea recurrir a esta técnica, es necesario «cocinar» la sustancia para eliminar el corte y formar piedras, que son más fáciles de manejar. La cocción ha de realizarse en una cuchara, aplicando fuego mediante un encendedor. Si no se posee una pipa, siempre es posible fabricarla con una lata vacía de refresco o cerveza. Por otra parte, casi todos nuestros distribuidores autorizados han generado ya la opción comercial de brindar el producto en dos presentaciones: estándar o piedra. Solicite la que prefiera; puede distinguirlas fácilmente por su etiqueta blanca o amarilla.
Por su parte, la inyección puede recorrer todos los registros. Pero el usuario tarda en depurar la técnica de inoculación, y en el transcurso persiste un moderado riesgo de fallecer por O.D., sufrir malestares cardíacos y/o respiratorios, o bien experimentar un efecto breve y poco placentero, Por otra parte, está el asunto de la jeringa: aunque su uso fue muy popular en la época victoriana —entre los caballeros había la costumbre de obsequiar hipodérmicas de oro—, en nuestros días se lo considera un hábito violento, desaseado y peligroso. Además persiste una simple dificultad química: la del corte aplicado a la sustancia pura, que es incompatible con el uso de este método.
Hoy por hoy, la técnica más práctica y fácil de controlar es la que comercialmente denominamos true west: la vía nasal.
Sobre una superficie plana y dura —de preferencia un pedazo de vidrio o espejo— vacíe una pequeña cantidad de polvo; muela el producto con una navaja, un bisturí, el borde de una tarjeta Ladatel o el de una credencial para votar con fotografía, hasta crear una superficie uniforme; trace una o dos líneas muy delgadas con el producto, aplicando sobre el mismo filo que usó mara moler. Finalmente, aspire por la nariz a través de un popote. Es recomendable que este filtro sea estrecho, a fin de no dañar las fosas nasales. Su longitud puede variar entre los 4 y los 9 cm.

5. Contraindicaciones

Puede combinarse con bebidas alcohólicas y obtener resultados satisfactorios, pero a la larga (puesto que se trata de un vasoconstrictor por una parte y un deshidratador por la otra) esta mezcla genera deficiencias renales irreversibles. Evite artículos no procesados químicamente: la experiencia demuestra que tienden a diluir en el usuario la sensación de velocidad. Mezclar con sustancias procesadas de origen opiáceo es más peligroso que placentero, y debe reservarse sólo a los expertos.Si requiere de mayores especificaciones, consulte a su proveedor local. Él lo atenderá con gusto.

6. Últimas consideraciones

Recuerde: si desea tener relaciones sexuales, nuestro producto puede potenciar su deseo y resistencia física siempre y cuando la dosis sea moderada. Si lo que pretende es pasar una buena noche en vela jugando cartas, conversando, leyendo o simplemente mirando muy de cerca cómo giran las ruedas, le recomendamos contar con un mínimo de 1 g y un máximo de 3 (estas dosis son, por supuesto, personales; si tiene usted invitados, deberá calcular el excedente en función de la pericia y curiosidad del las personas que lo acompañan). Se aconseja asimismo comer un poco aunque no se experimente apetito; de este modo afectará lo menos posible su sistema digestivo.
Si presenta sangrado o irritación nasal, la industria farmacéutica ofrece una satisfactoria variedad de analgésicos y lubricantes. Es conveniente emplearlos en forma periódica para evitar molestias constantes e incluso un daño profundo en los tejidos. Le recordamos que nuestra empresa no se hace responsable de estos y otro daños, pues nuestras campañas publicitarias advierten que el abuso en el consumo de este producto es nocivo para la salud.
Hasta aquí nuestro manual. Agradecemos de antemano su preferencia, y esperamos que disfrute de los beneficios que este maravilloso artículo le ofrece. Somos, orgullosamente, una empresa mexicana.

Cocaína (Manual de usuario)
Julían Herbert
Primera edición
Debolsillo
ISBN 978-607-429-727-0

3 opiniones en “Cocaína (Manual de usuario)”

  1. Excelente manual.

    Uno nunca sabe cuándo puede necesitar poner en práctica los consejos y conocimientos aquí adquiridos.

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